AUTISMO

Hoy, 2 de Abril de 2020, es el día mundial de concienciación del autismo, hecho coincidente con el confinamiento por coronavirus en el que se han producido algunos dilemas en cuanto al permiso, otorgado por la ampliación del Real Decreto de estado de alarma, que tienen los niños con autismo para salir a pasear acompañados de un adulto. Algunos niños y sus padres han sido increpados e insultados por vecinos, recibiendo un trato vejatorio. Esto ha creado una iniciativa para que los pequeños se pongan un pañuelo azul al salir a pasear. ¿Es esto necesario? Lo ideal sería que los únicos encargados de llamar la atención a las personas que se salten el confinamiento sean los cuerpos de seguridad que estén autorizados para ello. No es necesario marcar a nadie para destacar sus características, de hecho, en "Cambia tu bombilla" nos resulta algo indignante. También somos conscientes de que hay personas que no entienden exactamente qué es el autismo, por ello vamos a tratar de explicarlo.

¿QUÉ ES?

El autismo o Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno del desarrollo que comienza a manifestarse durante los tres primeros años de vida y que perdura durante todo el ciclo vital.

¿CUÁLES SON LOS PRINCIPALES SÍNTOMAS ?

Los principales indicadores durante los primeros años son las deficiencias del lenguaje y de las habilidades sociales y patrones de comportamiento, intereses o actividades/juegos que resultan repetitivos y limitados. Por ejemplo, hay niños que muestran un interés excesivo por las figuras geométricas y solo buscan juguetes de este tipo.

EL PRIMER AÑO DE VIDA

Hasta el primer año el diagnostico no es claro debido a que su habilidad motora tiende a desarrollarse con total normalidad, sin embargo, a partir del año es cuando se pueden observar claramente los indicadores nombrados ya que es cuando el bebé desarrolla el lenguaje, las habilidades sociales y el juego. Además, cada niño presenta comportamientos, intereses y juegos distintos, por lo que no existen unas características comunes de este tipo para el diagnostico de TEA.

A PARTIR DEL PRIMER AÑO DE VIDA

Como hemos explicado, a partir del año se va clarificando el diagnostico. Es entonces cuando podemos observar alguno de los síntomas característicos como, por ejemplo:

• No tienen gran interés por relacionarse con otros niños.
• Establecen poco contacto visual y no responden ante las expresiones fáciles de los adultos. Además, no suelen realizar la sonrisa social (sonrisa en respuesta a un estímulo).
• Falta de juego simbólico o desarrollo tardío del mismo. El juego simbólico es aquel en el que los niños tratan de imitar situaciones de la vida real y ponerse en la piel de otras personas asumiendo otros roles. Algunos ejemplos serían utilizar una escoba como si fuera un caballo, jugar a las muñecas (juego en el que los niños simulan ser los padres), tomar el té o jugar a ser médicos.
• Si desarrollan lenguaje lo hacen de manera literal, es decir, no entienden las bromas, los chistes, las metáforas o la ironía, por lo que no hacen uso de ellas.
• No disfrutan del contacto físico, por tanto, lo evitan.
• Presentan hipersensibilidad sensorial por lo que tienen una experiencia sensorial diferente al resto. Esta alta sensibilidad puede provocar ataques de ansiedad o comportamientos de evitación o escape ante estímulos fuertes como ruidos, iluminación intensa, olores fuertes o incluso ser tocados sin esperarlo. Por ello, es frecuente ver en ellos conductas como taparse los oídos
• Pueden tener poca sensibilidad al dolor.
• Como ya hemos dicho, presentan intereses concretos e inusuales que no quieren compartir y que resultan repetitivos.
• Pueden tener comportamientos que resulten extraños, repetitivos y autoesmilutantes como balancearse, aletear las manos o caminar de puntillas.

CONSEJOS ÚTILES PARA TRATAR CON PERSONAS CON TEA

• Utilizar un volumen adecuado a la hora de comunicarnos con ellos y con mensajes cortos y claros, permitiéndoles tiempo para que procesen la información. Es importante que dosifiquemos la información, por ejemplo, en vez de decirle "ponte el abrigo que nos vamos al parque" podemos dividirlo en dos partes "ponte el abrigo" (esperamos a que lo procese) "nos vamos a la calle".
• Transmitirles tranquilidad cuando hablamos con ellos.
• Si nos encontramos en una situación con estímulos intensos lo mejor es no aumentarlo con lenguaje oral, si nos queremos comunicar podemos hacer uso de gestos.
• Debemos hacer uso de una gran organización y rutinas muy marcadas. Esta es una de las razones por las que es importante que los niños con TEA puedan salir a pasear durante el confinamiento, ya que los cambios bruscos en la rutina pueden provocarles niveles muy intensos de ansiedad y estrés y ello puede derivar en conductas agresivas (hacia los demás o hacia ellos mismos).
• Debemos concentrarnos en todo lo que son capaces de hacer, no lo que no pueden. Hay que evitar críticas y tratar de aumentar el número de elogios ante sus fortalezas (es decir, refuerzo positivo).
• Tratar de facilitarle o ayudarle en las interacciones sociales.
• Ser consciente de que un cambio brusco de humor puede suponer una sobresaturación de los sentidos.
• Entender que no son capaces de leer expresiones faciales, emociones o lenguaje corporal, sin embargo, el hecho de que no puedan interpretarlas no quiere decir que no tengan emociones. Cuidado con herir sus sentimientos.
• Empatizar con ellos y con su forma de percibir el mundo.

Algunos ejemplos televisivos que pueden ayudarnos a entender el TEA son Sheldon Cooper de la famosa serie "The Bing Bang Theory" o Shaun Murphy de "The Good Doctor".

Nuestra conclusión es: por favor, no juzguemos a las personas sin conocer sus circunstancias. Si unos padres sacan a su hijo a la calle en la situación actual lo más probable es que sea lo más conveniente para él, y, en caso de que no sea así, deben ser las autoridades competentes las que se encarguen de ello.

"No juzguemos a las personas sin conocer sus circunstancias".

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