(RE)CONSTRUYENDO MI AUTOESTIMA
¿QUÉ ES LA AUTOESTIMA?
Es el conjunto de percepciones, juicios, valoraciones, pensamientos y afectos que cada cual tiene sobre sí mismo. Es difícil construir una autoestima alta, y, sin embargo, es fácil destruirla.
La autoestima es la base de nuestra estabilidad emocional y, afortunadamente, no es un concepto fijo ni estable, sino que se manifiesta de diferentes formas en función de nuestras circunstancias y, además, se puede modificar. De hecho, se va modificando a lo largo de la vida.
Por tanto, nuestro nivel de autoestima va a influir de forma directa en diferentes aspectos de nuestra vida y viceversa. De manera que, es importante saber qué pequeños cambios podemos hacer para tratar de mantener nuestra autoestima lo más alta posible.
De cualquier forma, la autoestima alta implica reconocer las propias limitaciones y debilidades, lo cual es importante no perder de vista, además de sentir orgullo por las virtudes, habilidades, logros y capacidades.
La autoestima se puede modificar, sin embargo, esto no implica que sea fácil. Debemos trabajar en nuestra autoestima cada día, adaptándonos a nuestras circunstancias cambiantes.
COMPONENTES DE LA AUTOESTIMA
1. COGNITIVO: "LO QUE PIENSO"
Es la percepción que tenemos sobre nosotros mismos en las diferentes áreas de nuestra vida, es decir, la opinión que tenemos sobre nuestra personalidad, conducta, ideas, creencias, aspecto... Este componente es lo que conocemos como autoconcepto.
- Esta percepción puede verse distorsionada, si quieres saber más sobre esto puedes leer nuestro artículo "¿Cómo percibimos la realidad?"
2. AFECTIVO: "LO QUE SIENTO"
Es la valoración que le damos a dicha percepción, es decir, el valor que le damos a "lo que pensamos" sobre nosotros mismos.
3. CONDUCTUAL: "LO QUE HAGO"
Son nuestras conductas, decisiones e intenciones, determinadas por el factor cognitivo y afectivo. Actuamos en función de la opinión que tenemos sobre nosotros mismos.
CÓMO PUEDO MEJORAR MI AUTOESTIMA
- Haz una lista de tus debilidades y fortalezas, diferenciando entre lo que puedes cambiar y lo que no. Céntrate en lo que sí puedes cambiar de ti y de tu vida (trabajo poco satisfactorio, malos hábitos, personas o relaciones tóxicas...) y trata de buscar diferentes alternativas para cada una de ellas, eligiendo la que te proporcione mayor felicidad.
- Evitar los "debería..." o "tengo que..." y sustituirlo por "me gustaría..." "puedo..." "voy a intentar...". Por ejemplo, sustituir "debo hacer deporte" por "voy a intentar crear un hábito para hacer deporte" o "debo conseguir el ascenso" por "me gustaría conseguir el ascenso". La forma en la que nos hablamos a nosotros mismos o la forma en la que nos expresamos, influye en gran medida en nuestra autoestima. Si evitamos ser rígidos con nosotros mismos, la presión será menor y podemos centrar nuestros recursos en conseguir aquello que queremos.
- Identifica los momentos en los que hablas mal de ti mismo y plantea mensajes alternativos. Por ejemplo, ante un error cometido sustituir "soy un inútil" por "me he equivocado, no pasa nada, ahora se lo que no tengo que hacer para la próxima", "todo el mundo comete errores"...
- Anota cada día 3 cosas sobre ti que te han hecho feliz.
- No te compares con otros, cada uno tenemos nuestras virtudes y defectos. Da igual con quien te compares porque siempre vas a encontrar alguna virtud en la otra persona que tu no tienes, olvidándote de las virtudes que tú tienes y la otra persona no.
Haz una lista en la que reflejes todo aquello que te gusta de ti y de tu vida, tus virtudes, logros, habilidades, capacidades... Haz una valoración de ellos y utilízalo de referente cuando no te creas capaz de algo.
- Trata de evaluar tanto la situación que te rodea como a ti mismo, de la forma más objetiva posible, evitando la maximización de lo negativo y la minimización de lo positivo.
- Plantéate objetivos realistas con el fin de evitar fracasos, sentimientos de inutilidad, culpabilidad, frustración... Para ello debes identificar tus límites y aceptarlos, y a partir de ahí planificar objetivos a corto, medio y largo plazo. Evita en todo momento la perfección, nadie es perfecto, buscamos logros no perfección. Diseña un plan para llevar a cabo cada objetivo y ve anotando cada pequeño logro.
- Invierte tiempo en ti mismo: planifica tu tiempo, crea hábitos de vida saludables, medita, haz aquello que te relaja y te hace feliz, haz una lista de prioridades, aprende a decir no...
- Enfréntate a aquello que evitas por miedo. El simple hecho de enfrentarte a ello no garantiza un éxito, pero sí garantiza que tu autoestima aumente porque, aunque fracases, habrás conseguido un nuevo logro: enfrentarte a aquello que te parecía imposible.
- Entrena la aceptación y la compasión hacia ti mismo. Igual que puedes ser compasivo con otras personas, puedes serlo contigo. Nadie es perfecto, aprende de tus errores o debilidades, cámbialo si es posible y si no lo es acéptate tal y cómo eres, perdónate y céntrate en tu "yo" del presente.
- Identifica tus valores y trata de vivir y actuar en concordancia con ellos. De esta manera, siempre tendrás la confianza de estar actuando bajo lo que tu consideras correcto.
- Trátate con cariño y respeto, mantén conductas y hábitos sanos, perdónate cuando cometas errores, acepta tus debilidades y limitaciones. Se sincero contigo mismo.
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#PRIORÍZATE